En la previa entrevista me reuní con Irene, una de los dos administradores de la empresa E.D.V Productos Asturianos S.l, la cual me ofreció un sueldo de 1300 euros, incluido la manutención; comidas, alojamiento y desplazamientos, también el trabajo incluía días de descanso que compensaría con las vacaciones (cualquier persona entendería que descansaría mínimo 2,5 días a la semana para compensarlas). Las pagas extras estaban incluidas en el sueldo, prorrateadas.
La reunión tuvo lugar en la terraza de una cafetería céntrica en Pola de Siero. Hay pregunte de todo. La conversación no se extendió mucho, lo único que si me repitió que era un trabajo muy duro, que habría muchos clientes y en multitud, así como era imprescindible escanciar bien la sidra. Además me repitió que los demás trabajadores, los últimos días de feria al terminar la jornada, desmontaban el stand para poder descansar más tiempo en Asturias (de esta manera no habría que volver el lunes para desmontar y ganaríamos un día más de descanso).
El trabajo no me acobardaba, ya que hasta hace muy poco me daba buenas palizas trabajando en varias sidrerías y restaurantes como extra los fines de semana, que aunque bien pagado (unos 75 euros por jornadas de 9-10 horas) no había el suficiente trabajo para tener una estabilidad económica, fuera de temporada. Mi entusiasmo era poder tener un sueldo decente y afrontar mis compromisos mensuales, ya que un mes sin ingresos suponía poder quedar sin casa, sin coche…
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