El primer día de trabajo como el resto de los días que trabaje en A´Coruña la gente no se marchaba hasta la una o una y media, momento en que se dejaba de servir automáticamente ya que el recinto cerraba sus puertas. Era toda una satisfación poder decir a los señores clientes que no sé servía más y punto. Quien me iba a decir que echaría de menos este primer mes en A´coruña, ya que había hora de cierre y por las noches las 160 cajas de sidra que de media se vendían al día, así como el barrido y baldeado de los parámetros exteriores de la barra, se lo repartían entre Hasen y Desef. Dos Búlgaros, uno de ellos sin papeles y que no hablaba ni papa de español, y por supuesto ninguno de ellos asegurados, cobrando escasos mil euros. Para los pobres era lo que había ya que no tenían donde caer muertos, y por supuesto no se escapaban del maltrato sicológico a los que le sometía Isac, como si de una dictadura se tratase. Muchos eran los insultos que recibían, y grave el despotismo con el que los trataba. Si lo tengo que describir en una palabra yo diría Vejatorio.
viernes, 30 de octubre de 2009
Comodidades en A´coruña.S.O.S.-Novena Parte
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